He comenzado a trabajar. Desde hace dos días soy de nuevo una mujer trabajadora y un miembro productivo de la sociedad mexicana. Creo.
Eso, lectores, significa una cosa: viajar de una a una hora y media como usuaria común y corriente (pero excelentemente vestida, gracias al reciente golpe de frío) del transporte público por lo menos una vez al día.
Cada vez que subo a uno de esos armatostes mecánicos cuyo poder proviene de la gasolina y que poco tienen que ver en nivel de lujo con sus primos los coches con el mismo logotipo de marca, salen una o dos historias que vale la pena contar una y otra vez a personas distintas para que no piensen que estoy loca.
Hoy, habiéndoselas contado solamente a El Dude, les presento la primera edición de:
When the butt grabs you: crónicas de Pau en el transporte público. (more…)